La “piedra líquida”, siendo un material excepcional en diversos contextos, ha sido una herramienta clave en la construcción del país en sus diferentes dimensiones socioeconómicas.
La versatilidad del material permite terminados estéticos y durabilidad en estructuras de gran impacto, además de texturas con estilo envejecido o un diseño moderno.
Con el uso del concreto también se reduce la necesidad de reformas y mantenimiento continúo ya que puede ser implementado en grandes paneles, y por tener inercia térmica y mecánica, debido a sus 2 estados de transformación: estado líquido cuando se vierte y el sólido, al momento de fraguar.