Intervenir arquitectónica, estética, tecnológica y acústicamente un auditorio para la comunidad estudiantil que reflejara diseño con la esencia del siglo XXI preservando el fin para el que fue concebido y estableciendo una experiencia diferente al encontrarse dentro de un edificio de preservación arquitectónica e invaluable históricamente para la ciudad, era el proyecto a poner en marcha.

Estudiar e investigar materiales para darle un ingrediente diferenciador a un espacio de exposición para la comunidad estudiantil y docente, era la base del estudio Morphosis para comenzar dicha transformación del look & feel que traía el auditorio de su remodelación de hace más de 30 años .

La intervención comienza con un estudio tanto acústico como de iluminación donde los resultados marcaron las aplicaciones a ejecutar en la nueva piel con la que se buscó recubrir completamente el espacio de manera tal que la funcionalidad y la estética mantuvieran un equilibrio perfecto: una primera piel en láminas de madera con perforaciones circulares en trama con funcionalidad acústica y una segunda piel que marca el impacto a destacar.  Está formada por triángulos que nacen de la geometrización de la cruz de Calatrava que aparece en el escudo de la universidad. Triángulos que manejan patrones tanto acústicos como estéticos que conforman una retícula que recubre más del 60% del espacio impactando techo y paredes, incluyendo en cada uno iluminación ambiental y directa que permite reforzar formas y colores del espacio.

La decisión de mezclar diferentes tonalidades de una gama cromática en la silletería (140) muestran de manera arriesgada una propuesta dinámica y creativa para la comunidad de estudiantes te un nuevo siglo.

Tecnología de punta con un nuevo sistema de sonido basado en los altavoces Renkus-Heinz ICONYX Gen5 complementan, de manera contundente, el fin común para un proyecto que será el legado por parte de los directivos para la comunidad Rosarista de vista a una nueva era.